Más de veinte años separan un par del otro pero están unidos ambos pares por la ilusión, el amor y la pasión que siento por la danza.
Hace un año me animé a volver a clases de ballet y me gustaría compartir este viaje de felicidad/realidad/dolor/gozo con ustedes :) Un desafío después de los 40!
Las zapatillas más viejitas las compré en alguna tienda de ballet de las pocas que había en aquella época en Buenos Aires. No había Internet, no había productos online que llegaban de cualquier parte del mundo. Ibas a la tienda y allí tenías que elegir, como un tesoro, las zapatillas que llevarías durante mucho tiempo y que por su precio no eran fáciles de reemplazar! Las chicas con mucha fuerza en los pies les clavaban tachuelas en las suelas para reforzarlas, se acuerdan?!
Las zapatillas más nuevas son unas Repetto, Julietta, una maravilla que pondría en una vitrina solo para mirarlas. La caja es alta y son anchas. Aún no les he puesto ni las cintas pero me subí en casa, intentando medir el desafío que tenía delante...impresiones en otro post....
Las Julietta son un regalo que cuido y espero disfrutar/sufrir con paciencia. Llegan de una hermosa tienda en Arles (Francia).
https://www.repetto.fr/
Hoy el mundo de la danza es otro. Me resulta apasionante sumergirme un poco en el y ver el catálogo inagotable de todo lo que quieres tener! Ropa, música, vídeos, tutoriales, bailarinas famosas dándote consejos de entrenamiento!
Bailar me conecta completamente conmigo, no hay sensación equiparable.
Mi historia comienza a los 5 años en Buenos Aires donde me cuentan mis padres que siempre pedía bailar y bailar y en Hurlingham, en la Escuela de Danzas Graciela Carpintero, tomé contacto con la Expresión Corporal y más tarde con el Ballet, las Danzas Folclóricas Griegas, los ritmos contemporáneos, jazz, neoclásico, etc.
Mi desafío: bailar más y como me dijo mi profe de Madrid Ivan Barreto, no dejar de bailar!
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